El geólogo económico se encarga de hacer todos los estudios necesarios para poder encontrar las rocas o minerales que puedan ser potencialmente explotados.
Por esto se dividen los recursos mineros en tres grupos con límites a veces muy difusos: Dentro de los depósitos metálicos más importantes encontramos los depósitos de oro, platino, hierro, níquel, cobre, aluminio, cromo, selenio, vanadio, plomo, uranio, etc.
Estos minerales tienen un valor intermedio y son transados como commodities, es decir, su origen no juega un papel preponderan.
Dentro de los depósitos no metálicos o industriales encontramos principalmente los depósitos de los materiales que se utilizan a diario en la sociedad moderna como: piedra, carbonatos (caliza, dolomita), sales, sulfuros, magnesita, yeso, talco, fluorita, asbestos, cementos, gravas y arenas, mármol, granito, arcillas (caolín, bentonita, montmorillonita), etc.
En los últimos años se ha empezado a dar más importancia al agua como recurso no renovable necesario e imprescindible para la supervivencia humana.
La ciencia que estudia los recursos hídricos es la hidrogeología, sin embargo, la geología y especialmente la geología económica tiene gran importancia en el estudio de las aguas antiguas (y principalmente no renovables) que se encuentran en los acuíferos de un área o lugar.
En estas rocas se encuentran muchos yacimientos importantes de oro, aluminio, platino, diamantes, hierro, evaporitas (sal, yeso), arcillas (monmorillonita, kaolinita), etc.