En 1905 se casó con Catherine Havela, holandesa de Haarlem; la pareja tuvo cuatro hijos.
Georg Fritze exigió poner fin a la hostilidad de la iglesia contra el movimiento obrero y criticó al mismo tiempo la enemistad del Partido Socialdemócrata de Alemania con la religión.
Fritze fue así con Christoph Blumhardt, quien en 1899 debió renunciar al pastorado por sus ideas, y con Erwin Eckert y Emil Fuchs, uno de los primeros pastores que en Alemania fueron conocidos como socialistas.
Temían que "las batallas pueden estar próximas" y se discutió la posibilidad de cumplir con el principio de la No violencia, o si era probable que la violencia y debían prepararse para ella.
A partir de 1933 se exacerbaron en Colonia los conflictos creados por el creciente número de los llamados Cristianos Alemanes (en alemán Deutsche Christen) que apoyaban a los nazis.
Tres días después fue enterrado en el Cementerio de Colonia del Sur.