Ohsawa profundizó este método y, a través de sus propios estudios e investigaciones, lo amplió hasta crear lo que se convirtió en la macrobiótica: un sistema tanto filosófico como práctico que pretende ayudar a desarrollar el entendimiento humano.
Con este objetivo, impartiendo cursos y conferencias, Ohsawa escribió centenares de libros, ayudó a miles de enfermos con su método alimenticio, colaboró con diversos científicos, divulgó numerosas disciplinas extremo-orientales y se encontró con muchas personalidades del siglo XX.
Su intención es presentar una nueva interpretación de este principio, una interpretación actualizada y adaptada a la mentalidad moderna, materialista y científica -Ohsawa insiste en el hecho de qué él "no ha inventado nada"-.
Se enseaña en cousine et Sante Macrobiótica[2] La característica fundamental de esta enseñanza es su aspecto práctico.
En total publicó más de trescientas obras escritas directamente en diversos idiomas.
También desarrolló una serie de esquemas y tablas explicativas que constituyen un resumen concentrado de su enseñanza; en ellas explica, a partir de Yin y Yang, las "leyes" y "teoremas" que constituyen "el orden del universo", el funcionamiento del juicio humano, el desarrollo de las enfermedades, cuáles son las condiciones que hay que reunir para poder considerarse "en buena salud", como equilibrar las comidas, etc.
También clasificó los alimentos en Yin y Yang y dio pautas que permiten a cada uno encontrar una dieta equilibrada adaptada a su caso; para eso realizó innumerables experiencias sobre sí mismo con el fin de estudiar los efectos de los diferentes alimentos, desarrollando así una especie de farmacopea alimenticia muy extensa y precisa.
Por un lado hizo un gran esfuerzo en hacerse entender por el público occidental, utilizando su lenguaje y sus referencias.