[2] La noticia de la Exposición Mundial de Columbia que se celebrará en 1893, en Chicago, Illinois, atrajo a Ferris a la ciudad.
Los planificadores querían algo "original, atrevido y único".
Ferris respondió con una rueda propuesta desde la que los visitantes podrían ver toda la exposición.
Regresó en unas pocas semanas con varios respaldos respetables de ingenieros establecidos, y el comité acordó permitir que comenzara la construcción.
Cuando se inauguró la feria, transportaba a unos 38.000 pasajeros diarios, tardando 20 minutos en completar dos revoluciones, la primera con seis paradas para permitir la salida y entrada de los pasajeros y la segunda una rotación ininterrumpida de nueve minutos, por la que pagó el titular del billete.