Nombrado también por el Gobierno de Chile como agregado militar en Roma, Italia, no asumió el cargo por razones personales.
Luego, y ya ascendido al grado de capitán, fue designado oficial del Estado Mayor del Ejército,[2] para luego acogerse a retiro de la institución,[1] para dedicarse completamente a sus negocios, en los que tuvo gran éxito.
Pero la vista es ante todo captada y llevada hacia arriba por la gracia y riqueza de la escalera de caoba maciza que sube en espiral, girando hacia la derecha para formar, por fin, una semi-galería que permite la comunicación entre las alas del segundo piso.
Las puertas estilo Renacimiento francés con sus pesados frontones, que dan entrada a las cuatro grandes salas del primer piso, se abren desde el hall principal.
La señora de Contreras, cuando nos referimos a la frescura del dorado, rojo y azul del «salón rojo», declaró que las salas no habían sido vueltas a pintar, y que no se había hecho en ellas trabajo alguno excepto el de limpiarlas.
Hay a ambos lados varios departamentos cada uno con su baño, closets, y prácticamente todas las demás comodidades que usualmente se encuentran en una residencia moderna de lujo.
Esto es tanto más notable si se recuerda que en los Estados Unidos en esa época relativamente pocas casas tenían ese equipo.
Además, había un sistema de tubos para hablar y timbres que funcionaron en otros tiempos.