Más tarde fue obligado por la UEFA a firmar por otros tres años con su antiguo club, ya que estaba aún en edad juvenil.
[2] La leyenda del fútbol rumano László Bölöni consiguió firmar a Grozav con su club, el Standard, en enero de 2010, después de que el equipo belga pagase 350 000 €, mientras que el Unirea Alba Iulia retuvo el 15% de los derechos del jugador.
[6] Tuvo un buen comienzo, anotando cinco goles y tres asistencias en 22 partidos de liga,[7] lo que le llevó a ser convocado con la selección de Rumania.
El Terek abonó 2,1 millones de euros al Petrolul por el traspaso del joven jugador.
[10] Este fue el primer gol anotado por un jugador nacido después de la revolución rumana con la selección nacional.