Gheorghe Magheru

Su pasado y su carrera lo convirtieron en un importante reclamo para los jóvenes radicales, a quienes rápidamente se ganó de su parte.

Destacó por organizar el campamento militar en Râureni, en los campos pertenecientes al monasterio Schitu Troianu, cerca de Râmnicu Vâlcea.

La actitud pro-otomana se mantuvo viva entre los revolucionarios: ellos habían sido bien recibidos por los turcos, quienes veían en ellos un grupo útil para oponerse a la influencia rusa en los Principados del Danubio.

Esto llevó a una paradoja cuando Rusia apoyó las políticas conservadoras en Valaquia y Moldavia mientras los revolucionarios se refugiaban en Estambul.

Mostró su preocupación por los revolucionarios transilvanos perseguidos por el gobierno húngaro, quienes empezaban a apoyar la intervención rusa, lo que imposibilitaba la lucha valaca en contra de la ocupación.