Giambattista Casti

En 1781, bajo el auspicio del emperador José II de Austria, Casti emprendió un recorrido diplomático por España.

Allí se presentarían los primeros síntomas de la sífilis que lo consumiría.

[3]​ En 1782, a la muerte del célebre Metastasio, no logró ser nombrado «Poeta cesario», o poeta laureado, de la corte imperial de Austria, en Viena.

En 1796 renunció a sus cargos en la corte, para no verse envuelto en pugnas políticas en la Viena de los Habsburgo.

Entre sus libros más relevantes están: La influencia del abate Casti dentro de Italia y en los países de lengua románica, como España y Francia, sería notoria.

Busto de Giambattista Casti (1804), por Giovanni Battista Comolli, Milán, Galleria d'Arte Moderna.
Portada de Gli animali parlanti , en una edición de 1890.