Gianna Beretta Molla

Participó toda su vida en forma activa de la Acción Católica Italiana.

El joven matrimonio tenía ya tres pequeños hijos cuando Gianna queda embarazada del cuarto.

Gianna rechazó dos de las tres vías posibles (aborto e histerectomía con la extracción del útero y el tumor), y le pidió expresamente al médico que el tumor le fuera extraído sin dañar la vida de la criatura que tenía en su vientre.

Dijo: «Si hay que decidir entre mi vida y la del niño, no duden; elegid la suya, Salvadlo, lo exijo».

Fue una joven madre de la diócesis de Milán que, por dar la vida a su hija, sacrificaba, con meditada inmolación, la propia».