Gigante de Cardiff

[1]​[2]​[3]​[4]​ La idea se le ocurrió después de mantener una discusión con un reverendo metodista, el cual sostenía que la Biblia debía interpretarse de manera literal, incluyendo el pasaje que dice:[5]​ «Había gigantes en la tierra en aquellos días».

Phineas Taylor Barnum intentó comprar el gigante por 60 000 $.

[6]​ Como no consiguió realizar la compra, encargó una réplica del gigante, afirmando que el original en realidad se trataba de un timo, e intentando hacer pasar su gigante por el verdadero.

[6]​[7]​ Finalmente, se descubrió el engaño de Hull al encontrarse marcas de cincel en la estatua.

[1]​[8]​ El gigante poseía las siguientes dimensiones:[9]​ Mark Twain escribió dos historias aludiendo al célebre fraude: La venus capitolina, en el mismo año de la farsa; se trata de una especie de relato teatral que incluso menciona a Barnum en el desenlace;[10]​ y Un cuento de fantasmas de 1888, donde el innominado protagonista tiene una breve entrevista con el fantasma del supuesto gigante de Cardiff.

Fotografía del gigante.
Fotografía tomada en 1869 en el momento en el que se desenterró el gigante de Cardiff.