De joven amaba cantar, imitando a Gardel, su música tomó otro rumbo cuando su padre le regaló una guitarra.
Tiempo después, se unió a un grupo de estudiantes universitarios como cantante y guitarrista.
Este "club" fue una mejor oportunidad para él, admirado por los amantes de la música, esto representó para Gilberto un gran paso en su carrera profesional.
Aquí permaneció sólo seis meses, hasta que la Super Orquesta Tropicana de Rafael Elvira buscaba un cantante y contrató a Monroig.
Poco después recibe una invitación para cantar en la Orquesta de Pete Rivera en la inauguración del Hotel Caribe Hilton en el año 1948.