Sus aportes a la investigación sobre el árbol del hule y la planta del maíz, desde la colecta del material genético en Asia, hasta la selección de los clones más productivos en las condiciones de México y la combinación de esta característica con la de resistencia a enfermedades; sentaron precedentes en la investigación genética en México por su aplicación a esquemas productivos que modificaron la situación agrícola del país.
Al año siguiente, Palacios se casó con Amelia Rangel en Tezonapa, Veracruz.
Entre 1942 y 1947, Palacios trabajó en el Campo Agrícola Experimental de Hule "El Palmar" en Veracruz, donde, además de sus labores administrativas, se dedicó a la investigación del cultivo del hule en la zona.
Posteriormente, Palacios impartió también las cátedras Experimentación Agrícola, Ecología y Parasitología, entre otras.
Al ser ratificado dos veces más en 1968 y 1971, Palacios ocuparía esta posición hasta su muerte en 1973, dando así a la ENA un período de estabilidad que no se ha vuelto a repetir.
La ENA se mudó a su campus actual en 1923, para convertirse en el centro de investigación en ciencias agrícolas más importantes del país, y con apoyo gubernamental se destinaron terrenos exclusivamente para la investigación.
Esta resistencia está dada por características como la latencia, mediante la cual una planta puede suspender su desarrollo al haber sequía, y continuarlo al volver la lluvia; y la precocidad, mediante la cual es posible que una planta acelere su desarrollo en un breve período, escapando así a las sequías y las heladas.
De este modo se evaluaba que las líneas obtenidas tuvieran buena aptitud combinatoria general.
En 1957, se obtuvieron líneas que resistieron a uno de los años más secos en décadas.