Gimnasia pasiva

Esta gimnasia pasiva no resulta peligrosa y es recomendada en algunos casos por los médicos.

Si nos acostamos, por ejemplo, boca arriba sobre una camilla con los pies apoyados en soportes móviles y flexionando las piernas, trabajaremos los músculos sin necesidad de hacer ningún esfuerzo.

Suele haber varias, una para cada zona muscular (glúteos, piernas o abdominales), y funcionan mediante programas creados según las características personales de cada individuo.

Según algunos especialistas en medicina deportiva, esta técnica es buena como método de fisioterapia, pero no permite reducir peso.

Además, según estos detractores, el ejercicio que hacen los aparatos de gimnasia pasiva estimula el músculo y produce una contracción que lo levanta durante unas cuantas horas, pero después el músculo vuelve a caer.

Equipo de gimnasia pasiva