La letra es un buen exponente del kitsch que tiene como protagonista a una gitana rusa que busca por las tabernas a su cosaco, pero ya tarde porque este se había suicidado arrojándose al Don.
Entre sus obras se encuentran Barro, musicalizado por Osvaldo Pugliese, Moneda de cobre, Nada y Tristeza marina.
[2] Según Nudler, la esposa del violinista judío Saverio Sadán tuvo en Ucrania en 1910 un hijo de nombre Demetrio que abandonó al poco tiempo al separarse la pareja.
En su nuevo país estudió, empezó a trabajar en el diario Crítica, se casó en 1938 y dos años después recibió como obsequio un melodioso tango de corte europeo que le enviaba desde Ucrania su padre—vuelto a casar con una cantante lírica judeo-polaca— compuesto para la desconocida nuera, al que un amigo suyo había agregado una letra muy romántica, evocativa de una cita primaveral de amor, entre árboles y bajo las estrellas.
Demetrio entregó la obra a su amigo Horacio Basterra, que estaba iniciando su carrera de letrista para que hiciera con ella lo que quisiera y, por lo visto, confeccionó una nueva letra y se la confió a su vez a Sánchez Gorio, que le hizo unos cambios mínimos y la registró con Basterra como propia.