Giuseppe Graviano

Acordaron una estrategia de atentados para obligar al Estado italiano a retractarse en sus posiciones más duras.

Ello dio lugar a una serie de ataques con bombas en 1993 en la Via dei Georgofili en Florencia, en Via Palestro en Milán y en la Piazza San Giovanni in Laterano y Via San Teodoro en Roma, que dejó 10 muertos y 93 heridos, así como daños en centros de interés cultural, como es la Galería Uffizi.

[2]​ Giuseppe and Filippo Graviano recibieron cada uno una sentencia a cadena perpetua por los atentados.

Los investigadores se dieron cuenta de que los dos hombres habían tenido hijos estando entre rejas cuando sus esposas vinieron a visitarles con sus bebés.

Se cree que los dos hermanos utilizaron a cómplices para sacar de contrabando el esperma.

También estaba lavando una parte del dinero en el extranjero a través de una consultoría financiera en Luxemburgo.

[13]​ Giuseppe Graviano recientemente ha adquirido un título académico en matemáticas y su hermano Filippo en economía.

[15]​[16]​ Según Giuffrè, los Graviano trataronn directamente con Berlusconi a través del empresario Gianni Ienna en septiembre u octubre de 1993.

La mano derecha de Berlusconi, Marcello Dell'Utri, fue el intermediario, según Spatuzza.