Para ello, se construyó un asentamiento en bahía Orange en el que permanecieron durante un año casi una decena de investigadores.
El glaciar experimentó una gran pérdida de superficie en la segunda mitad del siglo XX.
[2] Esta tendencia se dio en forma más moderada entre 2003 y 2011 debido a la ocurrencia de veranos más frescos y a un repunte de las precipitaciones en este período.
Sus instalaciones permiten practicar diferentes actividades en la temporada invernal que van desde esquí alpino, snowboard, descenso en trineos o caminatas.
En verano se puede ascender por la pista, hasta la base del glaciar, y encontrarse con los tres cuerpos de frente.
Desde allí, se tiene una muy buena vista panorámica de la ciudad y del canal Beagle.
Desde allí parten circuitos para practicar con bicicletas, descenso de montaña.