Tras algunas semanas, los productos de Amadori pueden sufrir reacciones espontáneas intra e intermoleculares, deshidrataciones y condensaciones, para generar un conjunto heterogéneo de productos irreversibles, que son en general fluorescentes, amarillentos y estables.
Estos productos se denominan colectivamente PGA, y su formación es enteramente no enzimática.
In vivo, la variable que sufre mayores modificaciones es el nivel de glucosa en sangre.
[2] Las proteínas que están expuestas a la glucosa circulante, como las proteínas extracelulares o séricas (como la hemoglobina de los eritrocitos), serán más vulnerables a la acción de la glicación no enzimática.
[5] La primera molécula afectada por la glicación que se identificó es un tipo minoritario de hemoglobina, denominada HbA1c, en los eritrocitos.
Estudios in vitro han confirmado que las cristalinas reaccionan con la glucosa, produciendo ligamientos cruzados, cambios en la absorbancia y aparición de compuestos fluorescentes, similares a los observados en el envejecimiento y la diabetes.
La modificación por PGA del colágeno también podría contribuir en la aterosclerosis, nefropatías y alteraciones vasculares periféricas.
Estos y otros estudios sugieren que la glicación podría estar implicada en procesos neurotóxicos.
Estas reacciones producen compuestos modificados, fluorescentes, similares a los observados en proteínas.
La primera de estas moléculas ha sido la aminoguanidina, que puede reaccionar con los productos de Amadori para formar productos que no producen PGA, y es efectivo in vitro y en ensayos con animales.