Nunca vivió con su padre, Josué Cuartas, ni tuvo con él una relación significativa.
Finalizando su etapa escolar Gloria se debatía entre la vida religiosa, la sociología y el trabajo social, optando finalmente por este último.
[7] Desde su primer semestre en la universidad se vinculó como voluntaria socorrista a la Cruz Roja Colombiana y luego al Grupo de Derecho Internacional Humanitario.
[8] Gracias a la experiencia adquirida con la realización de su monografía, Cuartas pasó sus primeros años como profesional trabajando en la reconstrucción, con enfoque comunitario, de lugares afectados por terremotos, inundaciones, deslizamientos u otros desastres naturales.
[9] El municipio de Apartadó, Antioquia, se encuentra localizado en la región del Urabá, una zona que fue ampliamente usada como ruta del narcotráfico y las armas para los paramilitares, los militares y las guerrillas colombianas.
[9] Desde finales de los años 1980 el país se estremeció con varias masacres ocurridas en esta región.
Varios pactos entre los diferentes grupos armados y políticos de la región intentaron realizarse a principios de los años 1990 sin embargo, hasta 1994, ninguno había sido fructuoso y las masacres continuaban.
Entre tanto Gloria Cuartas, junto al entonces Obispo de Apartadó, Isaías Duarte Cancino, realizó numerosos llamados a los actores del conflicto para que pararan sus acciones criminales y se unieran a un diálogo regional.