[1] La gestación de la informalismo en la obra de Gómez Sánchez se habría dado entre 1957 y 1958 y habría recibido un notable impulso hacia 1959, cuando la artista entra en contacto —gracias a una estadía en Buenos Aires— con artistas como Alberto Greco, protagonista del informalismo argentino por aquel entonces.
[3] Entre 1966-1968, Gloria Gómez-Sánchez formó parte del grupo Arte Nuevo, junto a Teresa Burga, Luis Arias Vera, Jaime Dávila, Víctor Delfín, Emilio Hernández Saavedra, José Tang, Armando Varela y Luis Zevallos Hetzel.
Hacia 1967, en el marco de las exposiciones individuales que la galería Cultura y Libertad ofreció a los miembros del grupo Arte Nuevo, la artista exhibe nuevamente su obra, esta vez con una clara orientación hacia el Pop Art.
Posteriormente, continúa empleando la estética del Pop Art en una serie de pinturas e instalaciones que exhibe bajo el nombre de Rojo, Amarillo y Azul (cuadros y objetos) (galería Fundación para las Artes, 1968).
[5] Su tránsito por la pintura matérica y el Informalismo reflejan sus inquietudes por las posibilidades plásticas de la pintura; posteriormente, en sus obras de influencia Pop, la artista se preocupa más por la forma, el color, los efectos ópticos y lumínicos.