Gobierno Werner-Thorn-Flesch

Los dos ganadores, el CSV y el DP, formaron un gobierno de coalición bajo Pierre Werner .

En el transcurso del período legislativo, se llevaron a cabo varias reorganizaciones ministeriales.

Esta extraordinaria concentración en la proximidad de la frontera generó preocupación entre los círculos políticos luxemburgueses, así como entre el público en general.

Para un estado pequeño, la ayuda al desarrollo constituía un medio conveniente para afirmarse a nivel internacional y darse una imagen positiva en el mundo.

Sin embargo, las ayudas financieras del estado adquirieron cada vez más las características de subvenciones directas.

El gobierno luxemburgués se defendió afirmando que la ayuda nacional era inferior a la de los países vecinos.

Tan pronto como se firmaron los acuerdos Tripartitos, las empresas volvieron a exigir al gobierno.

La tarea fue encomendada a Jean Gandois, un experto extranjero que también había sido consultado por el gobierno belga sobre la reestructuración de su industria siderúrgica.

Este doble mandato abrió la puerta a fructíferas colaboraciones entre empresas belgas y luxemburguesas.

Paralelamente, el gobierno luxemburgués buscó cooperar con su homólogo belga para generar colaboraciones e intercambios de producción.

Las autoridades luxemburguesas se encontraron ante un hecho consumado, y solo pudieron lograr una reducción del porcentaje de la devaluación.

Pierre Werner le pidió a Jelle Zylstra, exgobernador del Nederlandse Bank, que estudiara la viabilidad de un sistema monetario puramente nacional.

Sin embargo, la asociación monetaria siguió siendo la pieza central de la UEBL, que mantuvo una gran importancia política.

En 1979, se creó una comisión gubernamental para estudiar la mejora de la infraestructura legislativa del centro financiero.

La divulgación de información confidencial se consideraba un delito punible con prisión o multa.

Creó una nueva forma de entidad: la Société d'investissement à capital variable (SICAV).

Sin embargo, los accionistas de la empresa temían los riesgos y gastos que implicaba un satélite.

Esto llevó al gobierno luxemburgués a recurrir a un experto estadounidense, Clay T. Whitehead, quien abogó por el concepto de un satélite de potencia media y creó un grupo consultor, Coronet Research.

[7]​ El gobierno también logró armonizar e integrar los diferentes sistemas de educación secundaria, pública y privada.