[1] El mismo mes los comerciantes de la capital mostraron su descontento por la rigidez del control aduanero, sumándose a la inquietud creciente.
[3] La Liga amenazó al gobierno con marchar sobre la capital a mediodía si no aceptaba sus exigencias de reforma.
[4] El rey, llegado desde Tatoi, acabó aceptando la renuncia de Rallis y llamó a Kiriakulis Mavromichalis, la única alternativa para formar gobierno.
[6] Las exigencias de la Liga eran generales, expresadas en lenguaje moralizante e idealista, y solo eran detalladas en asuntos militares.
[6] El tono general era, sin embargo, chovinista, lo que alarmó a los países vecinos, especialmente al Imperio otomano.
[8] Los alemanes, más moderados que los británicos, tampoco aprobaron la acción de los militares, y aconsejaron al rey la abdicación si la situación se volvía insoportable.
[10] El golpe a menudo se denomina «revolución», para hacer hincapié en el supuesto gran cambio que supuso.