Durante la simultánea coronación de este último y su hermanastro, el futuro Pedro I de Rusia, Pedro portaba una pequeña corona elaborada específicamente para la ceremonia y que asimismo se conserva en la Armería.
La decoración de remates en la punta, las joyas a los lados y el borde en piel son adiciones tardías del siglo XVI.
Algunos historiadores sostienen que el Gorro pudo ser el regalo de Uzbeg Kan bien a Yuri de Moscú o bien a Iván I de Rusia (Kalitá).
De acuerdo a la misma, el gorro fue otorgado a Vladímir II Monómaco —el Gran príncipe de Kiev— por el emperador Constantino Monómaco, en el siglo XII.
Desde el siglo XV este hecho histórico se catalogó en Occidente como leyenda debido al Cisma de Oriente acaecido en 1054, que convirtió a Constantinopla en la sede de la Iglesia ortodoxa y al Patriarca de Constantinopla en su patriarca ecuménico.