Son similares a los "beanies" unos gorros invernales usados en los climas fríos de la Europa del norte.
Eran especialmente comunes en las Islas británicas y Escandinavia antes de que la calefacción central se generalizara, cuando las temperaturas habitualmente se desplomaban o fluctuaban de repente durante los meses invernales.
El gorro masculino era tradicionalmente puntiagudo, con una parte superior larga, generalmente rematada por una bola pequeña o pompón de alguna clase, la cual se podía utilizar a modo de bufanda.
Mantenía el cuello tibio mientras no era lo suficientemente largo como para envolverse alrededor y crear peligro de estrangulación.
Una vez había acabado sus oraciones, el verdugo sencillamente tiraba del gorro hacia abajo tapando su cara.