Ella y su familia han sido espiadas, golpeadas e intimidadas por las autoridades chinas.
[7][8] En Nueva York, Grace se sometió a seis meses de tratamiento hospitalario por problemas de salud mental, pero aun así le seguía resultando difícil confiar en la gente.
[7] Los agentes de seguridad que la escoltaban a la escuela revisaban su mochila cada mañana argumentando que llevaba "artículos peligrosos o prohibidos", desordenando el contenido de su bolsa escolar.
Asistió al Oslo Freedom Forum en mayo de 2017, donde dio una conferencia sobre "Una China más justa".
[2][13] Y en octubre se reunió con funcionarios del Reino Unido para discutir el caso de su padre.