Un grafito (en plural "grafiti"), en un contexto arqueológico, es una marca deliberada hecha al rayar o grabar una superficie extensa como una pared.
El término no es habitualmente usado para la decoración grabada en pequeños objetos como huesos, lo cual constituye gran parte del Arte Paleolítico, pero podría ser usado en la producción de imágenes, usualmente de animales, que son comúnmente encontradas en cuevas.
Tres fuentes menores ayudaron a vincular las más importantes piezas en las interrelaciones del Antiguo Egipto: fuentes como las ostracas, los escarabeos, y los numerosos templos, canteras, etc. ayudaron a completar las piezas de las complejas relaciones del período.
Grafiti datados de los siglos XIV al XVI han sido estudiados recientemente en Norfolk, Inglaterra.
Los ejemplos mostrados debajo son de la iglesia parroquial San Nicolás en Blakeney, Norfolk.