Ese año Juan Pablo Montoya estableció la vuelta más rápida en 1:24.770, una marca que no ha sido superada hasta el momento.
Esto hizo que la pista estuviese resbaladiza y provocó críticas entre los pilotos.
Lewis Hamilton ganó la carrera y se proclamó campeón del mundo por séptima vez, igualando a Michael Schumacher como el piloto con más títulos de la historia de la Fórmula 1.
Sin embargo, la situación epidemiológica turca hizo que unas semanas después Turquía se cayese del calendario y fue reemplazada por el Gran Premio de Estiria.
Finalmente, el Gran Premio de Singapur también fue cancelado por motivos asociados a la pandemia mundial, y el Gran Premio de Turquía fue el designado para sustituir a este último.