[1] Los grumetes ejercían sus oficios o prestaban servicios a los colonos portugueses, ya fuese como criados, mozos de fletes o sirvientes, realizando diversas tareas y trabajos sueltos, que les eran distribuidos según sus habilidades y destrezas.
Ganándose la vida, recibían su retribución en dinero, en especie, o en bienes de uso personal que les pudiesen interesar.
Trabajaban durante el día en el interior de la ciudadela colonial, y solo pasaban la noche allí si el servicio que realizaban lo requería.
Una vez terminado su trabajo, solían regresar, por la noche, a su vivienda 'chão', conviviendo en su aldea.
[1] Las localidades guineanas con mayor número de grumetes fueron, sobre todo, Bisáu, la capital, y Cacheu, aunque también había en Bolama.