Los cuatro equipos se enfrentaron en partidos de 90 minutos, totalizando seis encuentros.
Por otro lado, Italia logró una sufrida victoria por 2:0 ante el combinado ghanés, el cual complicó durante largos pasajes del partido al seleccionado itálico.
Días después, Ghana se enfrentaba a la potente República Checa.
A pesar de ir en desventaja, los checos no desistieron: Pavel Nedvěd y Tomáš Rosický luchaban por anotar el descuento, pero Italia se replegó defendiendo su portería.
Tras haber terminado el encuentro, Italia y Ghana clasificaron a la fase siguiente, siendo este último el único país africano en clasificar a la segunda fase.