Guanujo

Guanujo es una parroquia urbana del cantón Guaranda situada en la provincia de Bolívar en el Ecuador.

Al norte limita con la parroquia Salinas, al este con la Cordillera Occidental de Los Andes, al oeste con las parroquias Julio E. Moreno y Echeandía Su desarrollo espacial ha comenzado en torno a la plaza central, donde casi siempre se ubica a la Iglesia, el convento y las oficinas públicas más importantes, descentralizadas de la cabecera provincial, como Registro Civil, Correo, etc., y, una que otra casa de los nativos del sector.

De los 615 hombres que la Provincia Bolívar aportó a los ejércitos patriotas, en 1812, casi la mitad fueron guanujeños y precisamente eran los primeros en enrolarse con Don Manuel Paliz a la cabeza; su participación se dio en Tanizahua,[3]​ donde murieron varios guanujeños, además participaron en Tapi y Pichincha.

El cura Próspero Vásconez, guanujeño sobresaliente por sus ideales libertarios, hizo un censo del Corregimiento y se estableció que en Guanujo y sus anejos, en 1813 había 3.500 habitantes, de los cuales 2.000 correspondían al área urbana.

Llegaban a una u otra población y se sentían como en casa propia.

Tal la buena amistad que les ligaba a los unos con los otros que un buen día resolvieron los guanujeños, por su propia cuenta, conducir una buena cantidad de agua desde una de las muchas vertientes del Chimborazo hacia Guaranda por una acequia que la debían trabajar.

Los guarandeños en correspondencia de semejante bondad, también resolvieron dar agua a los guanujeños, conducida por una acequia que la trabajarían desde alguna de las vertientes primigenias del río Salinas.

Así fue: la que dieron los guanujeños, los guarandeños la vieron y la utilizaron en fertilizar sus tierras.

Hombre que por sus virtudes domésticas y ciudadanas estaba constituyendo el ejemplo de sus coterráneos.

Pero, habían pasado dos días y la piedra no llegaba, tampoco las comisiones.

Desesperante era la espera que estaba haciendo pensar algo les pasó.

El patriarca y prócer de la Independencia, en su casa que estaba un tanto retirado del centro, hombre valiente que nada temía, durmió tranquilo esperando el retorno de las comisiones que llegarían a darle cuenta del cumplimiento del cometido.

Un tanto dudoso de la especie se trasladó al lugar, encontrando que en realidad la piedra estaba tal cual le indicó aquel hombre.

Sabedor todo el pueblo de lo acontecido, también concurrió al sitio.

No habían pasado veinticuatro horas de este acontecimiento que al parecer todos celebraron y ya la piedra estuvo en otro lugar distinto.

No obstante, se la volvió a colocar en el sitio acordado, de donde: una, dos y muchas veces fue removida por los unos o por los otros.

No la encontraron y hasta creyeron que una noche la volvió a llevar El Chimborazo.

La noticia cundió en Guanujo y la piedra fue llevada allá donde todos la identificaron ser la misma que contaron sus mayores.

Vista nocturna de la Iglesia San Pedro de Guanujo.