Comete su primera acción en 1913 quemando los archivos del tribunal local, por lo que es arrestado, pero consigue escapar.
En su huida viaja a París, entonces tenía 18 años, donde se reúne con otros anarquistas búlgaros, como Varban Kilifarski.
Vuelve clandestinamente a Bulgaria en 1914, para continuar su labor propagandística revolucionaria.
A los 26 años, analizó la táctica del movimiento y calificó la lucha que se realizaba en Bulgaria como inadecuada.
A partir de este momento se desencadena una represión masiva contra el movimiento revolucionario.