En su apogeo, en 1916, las fuerzas indígenas reunieron de 15.000 a 20.000 hombres (algunos autores aumentan esta cifra hasta 160.000 efectivos)[1] y lucharon en múltiples frentes.
La religión también jugó un rol dado que la población musulmana, casi la mitad de la población en la zona, tuvo una motivación extra para la sublevación debido a la declaración del sultán otomano a la Yihad contra las pontencias de la Entente, lo que además convertía en un deber religioso combatir a los franceses.
[3] El conflicto iniciado por la insurrección pasó por varias fases, organizando el ejército colonial dos campañas de represión tras lo cual la rebelión fracasó en su propósito, frente a la feroz oposición y tácticas superiores francesas.
[1] El comandante superior de las tropas del África Occidental Francesa, el general Isidore Honoré Pineau, confió al coronel Molard la misión de destruir la resistencia al gobierno colonial.
[4] Actividades de la resistencia indígena al régimen colonial posteriores se prolongaron sin embargo hasta febrero de 1917, cuando se da por finalizado el conflicto en torno a los ríos Volta y Bani.