Su padre, Giovanni Battista della Porta, destacó como escultor.
Realizó el aprendizaje en el taller de su tío Giovanni Giacomo della Porta[1] en Génova.
De vuelta en Génova, perfecciona su técnica del dibujo a las órdenes del maestro Perin del Vaga, con el que trabaja en el Palazzo Doria.
Hacia 1537 se trasladó a Roma, donde entra en contacto con Sebastiano del Piombo, quien le recomienda a Miguel Ángel.
Cuando se encontraron las piernas originales, Miguel Ángel recomendó que se mantuviesen las de Della Porta, presentándose este hecho como una demostración de que los modernos podían compararse con los antiguos.