Fue un arquitecto importante en la era del dictador Rafael Leónidas Trujillo donde sus edificaciones diseñadas aun todavía se conservan en la Ciudad de Santo Domingo.
Guillermo González se incorpora al movimiento racionalista-funcional de las superficies puras, los planos libres, las armonías neoplásticas y las influencias espaciales, en que cada artista elige los medios expresivos más convenientes a su intención.
En sus cuarenta años de ejercicio profesional intenso pueden avalar a Guillermo González y su quehacer nacional dominicano.
Su tercera obra de alto relieve y crítica internacional favorable fue el edificio del Hotel Jaragua, admirado en su época como una innovación en la arquitectura hotelera.
Al final de su vida pudo todavía desde la oficina del arquitecto William Reid, plantear algunas ideas novedosas, terminando con el diseño del Bank of America en la ciudad colonial, frente a la Catedral de Santo Domingo, en un intento que podría considerarse posmoderno.