[1][2] Algunas fuentes y algunos estudiosos, como Du Cange, la hacen derivar del latín guirriar: "reír".
[cita requerida] En el carnaval astur, a las máscaras fustigadoras del tipo lupercos se los conoce como guirrios o sidros.
Asimismo, portan un largo báculo o pértiga con la que se propulsan para dar grandes saltos y caer en los grupos de mozas.
Constantino Cabal veía en estas figuras una proyección de las imágenes parietales del Paleolítico, con máscaras zoomorfas y movimientos sensuales "itifálicos".
[13] La aguilandera, la cardona y la cenicera, que esparcía ceniza frenéticamente entre el respetable, tampoco faltaban.