En 1913 entró a trabajar en la Kunsthalle de Mannheim, de la que se convirtió en director en 1923.
Allí promocionó el arte contemporáneo y en particular el expresionismo, y descubrió una serie de nuevos artistas, como Franz Xaver Fuhr.
A partir de 1946 trabajó como profesor en Heidelberg.
También estuvo involucrado en el campo de la educación artística, donde era conocido principalmente por su obra El genio en el niño, de 1922.
Pintura alemana desde el expresionismo, celebrada en 1925 en la Kunsthalle de Mannheim.