Jugaba de arquero e integró los planteles de Gimnasia y Esgrima La Plata e Independiente de Avellaneda, entre otros.
Apodado "Manos mágicas", por su actuación en un clásico del fútbol argentino, entre los equipos platenses de Gimnasia y Estudiantes en 1989.
Por ese entonces, los partidos que terminaban empatados se debían de desempatar por medio de los penales.
En ese partido, Moriconi atajó 4 penales.
[1] Y fue adquirido por el Club de Fútbol Monterrey de México donde jugó 2 años.