Junto a Eduardo Bacas fue reclutado por Atlético Ledesma de Jujuy, equipo que entrenado por Ángel Tulio Zof, se erigía como uno de los clubes más fuertes del Noroeste argentino.
Don Ángel moldeó el equipo llamado La Sinfónica, que se destacó por un gran nivel de juego, con un mediocampo compuesto por Chazarreta, Bacas, José Luis Gaitán y Eduardo Guiliano.
Sin embargo, el cuadro rosarino no pudo coronarse en ese año, quedando eliminado tanto en el Metropolitano como en el Nacional en semifinales, primero por Vélez Sarsfield y luego por River Plate.
Volvió a jugar en su provincia natal al fichar por San Martín de Tucumán en 1988.
Con el Santo protagonizó un hecho histórico al conseguir dos ascensos, de tercera a primera división, en la misma temporada.
Primero lo hizo por Hamilton Steelers, con el que logró ser subcampeón en la temporadas 1989 y 1990.
[6] Disputó entonces el Campeonato Nacional B 1991-92 para Chaco For Ever; en la temporada siguiente retornó al fútbol de la Primera División al fichar nuevamente por San Martín de Tucumán.
Allí se reencontró con el entrenador que lo insertó en el fútbol grande de Argentina, Ángel Tulio Zof.