Se trata de la secuela de la película Hércules (Le fatiche di Ercole, 1958) y, al igual que ella, está libremente basada en diversas obras clásicas.
La historia de Hércules y la reina Onfalia está tomada directamente de la mitología griega, si bien se suprime toda referencia al travestismo, al intercambio de roles sexuales entre Hércules y Onfalia y a la ambigüedad del héroe en ese terreno.
Los dos hermanos, en última instancia, luchan entre sí por el trono y terminan matándose el uno al otro.
Entonces, es elegido por aclamación para ocupar ese trono el sumo sacerdote: Creonte.
Onfalia, al ver perdido el amor de Hércules, se mata.