La infección por HTLV – I se relaciona con dos enfermedades humanas poco frecuentes: Leucemias de células T adultas (ATLL) o linfoma y paraparesis espástica tropical.
El HTLV – II no suele causar ninguna, pero en ciertos casos se vincula con la leucemia de células velludas.
Provoca una hemopatía maligna denominada leucemia/linfoma de células T del adulto (ATL), y desarrolla también una mielopatía subaguda denominada paraparesia espástica tropical (TSP) o mielopatía asociada al HTLV-I (HAM).
Esta expansión clonal da lugar a lo que se denomina carga proviral.
Aunque muchos retrovirus contienen oncogenes, el HTLV – I no los alberga, en su lugar produce los genes regulatorios que influyen en el surgimiento de la leucemia.
En casi todos los casos el agente es HTLV-II y su relación con enfermedades en humanos no está bien establecida.
Cuando se sospecha que el enfermo tiene infección por Virus Linfotrópico de células T Humanas se efectúa una prueba con un ensayo inmunoenzimatico mediante antígenos genéticamente clonados para Virus Linfotrópico de células T Humanas.
Los resultados positivos se confirman por pruebas Western blot para antígenos HTLV-I y HTLV-II.
Por desgracia no se cuenta con una cura o vacuna para prevenir esta infección y hay numerosos problemas para crearlas.