Los hacaritamas fueron, según la historiografía ocañera, el pueblo que habitó el municipio de Ocaña y alrededores.
No obstante, no existe soporte documental que corrobore la existencia de este pueblo,[1] siendo un mito historiográfico perpetuado por historiadores aficionados, y finalmente arraigado en la idiosincrasia de la región.
[2] No obstante, la región en la que se ubica el municipio de Ocaña sí estuvo habitado por indígenas, llamados carates por los españoles,[3] pero su endónimo es desconocido.
Debe tenerse en cuenta que en los documentos coloniales, Ocaña no hace referencia ni al casco urbano ni a la jurisdicción del municipio actual, sino a la jurisdicción del Cabildo colonial de Ocaña; esta corresponde a la actual provincia de Ocaña y al sur del actual departamento del Cesar.
La razón por la cual Alejo María Amaya[5] incluyó a los hacaritamas en su obra es desconocida y pese a las denuncias de la inexistencia de este pueblo, el mito se perpetúa hasta el presente.