Don Juan Jufré y Montesa unificó estas tierras pasando a mediados del siglo XVII a manos de don Diego de Jaraquemada y Solorzano.
En manos de los padres jesuitas estas tierras pasaron a denominarse Hacienda del Peral[cita requerida].
Finalmente a mediados del siglo XIX los herederos de los hermanos Mena enajenaron estas tierras a múltiples propietarios formándose sectores que aún conservan sus nombres[cita requerida].
Varios nombres de su subdivisión en fundos más pequeños a fines del siglo XIX aún se conservan[cita requerida].
Por ejemplo los fundos nombrados: los Toros, el Peñón, la Platina (actualmente en manos de la Universidad de Chile), San José de la Estrella, las Nieves, los Bajos de Mena, los Quillayes, y otros, aún persisten como denominaciones de amplias zonas al oriente del camino real del Puente Nuevo del Maipo o actual avenida Santa Rosa.