También fundó la organización Bat Shalom, formada por mujeres judías y palestinas israelíes que trabajan por la paz.
[3] Desde muy joven, militó en movimientos políticos para luchar contra el trato de Israel hacia el pueblo palestino.
Desde aquella operación, Rublev comenzó su lucha contra la política belicista del Gobierno de su país y se unió a movimientos políticos que reclamaban el abandono incondicional de los Territorios Ocupados.
El 9 de enero de 1988, Rublev salió a la calle con unas compañeras pacifistas y feministas para mostrar su oposición al Gobierno e identificarse con el dolor del pueblo palestino.
Una eran los derechos de los refugiados palestinos retornados, que no habían sido tenidos en cuenta en las negociaciones de paz entre el gobierno israelí y la Autoridad Nacional Palestina.