[1] El despótico Harald II de Noruega, sus hermanos y sobre todo su madre Gunnhildr, estaban obsesionados por salvaguardar la corona noruega para su familia (todos herederos de Erik Hacha Sangrienta), eliminando cualquier pretendiente al trono o posibilidad de que surgiese un candidato.
[2] Conociendo que ambos estaban en Suecia, Gunnhild envió a un embajador para agasajar al rey sueco Erico el Victorioso con el mensaje que debía traer a la corte noruega a Ástrid y su hijo con la falsa intención de apadrinar al niño.
Erico le dio hombres al embajador para acompañarle a la hacienda de Hakon Gamle donde exigió que se les entregara a ambos, amenazando con la violencia si fuera preciso.
Hakon se negó a entregarlos y uno de los thralls del embajador llamado Buste intentó matarle, sin conseguirlo, y los embajadores noruegos casi pierden la vida regresando a Noruega con el resultado de únicamente haber visto al heredero Olaf.
Ese incidente hizo pensar a Ástrid, que era momento de partir hacia Gardariki y someterse bajo la protección de su hermano Sigurd Eriksson.