Los tipos no son excluyentes, sino que a menudo se van integrando entre sí.
Históricamente, las hamacas han emergido en zonas donde la intervención humana ha suprimido los incendios o donde actividades como el dragado, la minería, y la construcción de caminos y calzadas han creado elevaciones sobre los humedales, favoreciendo la formación de estos hábitats.
Por otra parte, muchas hamacas han sido destruidas por el desarrollo, ya que a menudo se encuentran en terrenos más altos en lugares deseables, como islas de barrera y otras ubicaciones costeras.
Estas islas surgen debido a la acumulación de sedimentos y materia orgánica, lo que crea elevaciones suficientes para que las plantas se establezcan por encima del nivel del agua circundante.
[6] Muchas especies tropicales, como la caoba (Swietenia mahagoni), el gumbo limbo (Bursera simaruba) y el cocoplum (Chrysobalanus icaco) crecen junto a las especies templadas más conocidas del roble vivo del sur, el arce rojo (Acer rubrum) y el almez (Celtis laevigata).
[7] Las hamacas marítimas, también conocidas como bosques marítimos o hamacas costeras, se encuentran en dunas de arena estables alejadas de la playa, en islas barrera y en pequeñas islas en marismas.
[12][13] Los árboles perennes juegan un papel crucial en estos ecosistemas, ya que mantienen una cobertura y fuentes de alimento durante todo el año, lo que apoya la biodiversidad en las distintas estaciones.
Generalmente se encuentran en pendientes suaves justo encima de pantanos, marismas o praderas húmedas.
Algunos de esos árboles son menos frecuentes o están ausentes en el sur de Florida (desde aproximadamente el lago Okeechobee hacia el sur), donde se pueden encontrar especies tropicales, como el gumbo limbo y el satinleaf.
El suelo de las hamacas mesicas está bien drenado y rara vez se inunda, pero permanece húmedo debido a la sombra del dosel y la abundante hojarasca que suele haber en ellas.
[19] Las hamacas xerófilas se caracterizan por el roble vivo de arena (Quercus geminata) y la palma enana americana (Serenoa repens).
Estas áreas suelen estar formadas por suelos más elevados y bien drenados en comparación con su entorno circundante, lo que les permite albergar una vegetación más densa y diversa.