Además, existieron muy pocos proletarios tártaros indígenas, debido al dominio del Imperio ruso.
La hambruna también vio un gran aumento en el envío de niños hacia los orfanatos, en la que padres pobres dejaban a sus hijos en instituciones estatales, o simplemente los dejaban a su suerte en las calles..
La hambruna también llevó a una fuerte disminución en la cantidad de ganado y del equipo agrícola, ya que los campesinos vendían sus propiedades o sacrificaban los animales de trabajo para comérselos.
Los registros de la KGB indicaban que habían fallecido al menos 500 000 personas en Tartaristán, pero las estimaciones más recientes indican que en realidad fallecieron 2 000 000 de civiles.
Se establecieron puntos de alimentación urgente en toda la república.
En 2008, el Centro Social Tártaro de Toda Rusia (VTOTs) solicitó a las Naciones Unidas condenar la hambruna de 1921-1922 en Tartaristán, como genocidio hacia los tártaros musulmanes.