El nuevo estado, con sus infraestructuras y mercados devastados, estaba lejos de poder hacer frente a la situación.
En abril, aunque los funcionarios gubernamentales insistían en que la crisis sería temporal, los precios del arroz seguían experimentaron fuertes subidas, y empezaron a conocerse más informes sobre hambrunas.
En general, la intensidad de la hambruna estuvo relacionada con la exposición a las inundaciones, que sin duda la agravaron.
[3][página requerida] No obstante, aunque las advertencias de una hambruna comenzaron mucho antes que las inundaciones, popularmente se suele achacar a estos desastres.
[3][página requerida] Aunque las cifras varían según la fuente, los expertos calculan que 1,5 millones de muertes es una estimación adecuada.
La inanición no fue el único factor: un significativo número de muertes pueden atribuirse al cólera, la malaria y la disentería.