René Hanriot ya había estado relacionado previamente con la aviación, tanto construyendo como pilotando aviones, y creó su propia empresa después de estallar la I Guerra Mundial.
Sin embargo, el armamento no resultaba satisfactorio y la planta motriz era de escasa potencia.
También existen noticias sobre un aparato experimental equipado con un motor Le Rhöne de 170 cv.
Por lo que respecta al armamento, la ametralladora Lewis fue reposicionada en el centro del fuselaje delantero, con resultados más satisfactorios.
Pronto fueron equipadas otras escuadrillas con el nuevo modelo, permaneciendo en servicio hasta 1926 con la 7ª Escadrille basada en Nivelles.
En agosto de 1917 algunos HD.1 estaban ya encuadrados en la 76.ª Squadriglia italiana, y fue usado para reemplazar no solamente los Nieuport sino que además los SPAD a su servicio.
Al finalizar la I Guerra Mundial otras 12 squadriglie enfrentadas a los austríacos se hallaban equipadas con el mismo aparato, que también fue utilizado en los frentes de Macedonia y Albania.