Se le atribuyen unos pocos retratos pintados (como el Retrato de Hans Durr con fecha 1521 e iniciales HB), pero solo uno está firmado con precisión: El canciller Johannes von Othera (1536; Suiza, colección particular).
Casi todos ellos se singularizan por el dibujo anguloso, el tono tostado de los rostros y los fondos planos en color verde.
La fama de Brosamer radica más bien en su producción grabada, bastante amplia, si bien no toda se le asigna con certeza.
Se relaciona con estos retratos El escritor Hans Sachs, gran plancha fechada en 1545.
Ostenta las iniciales de Brosamer y la fecha, así como la edad del retratado (38 años), si bien es efigie póstuma y el grabador no llegó a conocer al personaje, por lo que hubo de basarse en otro retrato ajeno.