Las de las ramas jóvenes son estériles, generalmente cordiformes o palmeadas; pueden ser también puntiagudas, con 3 a 5 lóbulos —el central más largo que los laterales—, con base truncada, de color rojizo a verdoso y tricomas estrellados.
Las de las ramas fértiles son enteras —a veces también trilobuladas—, generalmente elípticas u ovadas, o incluso lanceoladas, separadas por entrenudos.
Todas son de color verde pardo a intenso, con nervios verdosos poco prominentes.
Los frutos son pequeñas bayas negro azuladas, a veces de un verde oscuro.
Debido a su rápido y vigoroso crecimiento, al igual que su pariente Hedera helix (la hiedra común), se considera especie invasora en las zonas de Norteamérica que tienen inviernos suaves y tiende a invadir amplias zonas e incluso ahogar las plantas a las que se adhiere para trepar.