[1] La Real Academia Española la define como «[e]n relación con una doctrina religiosa, error sostenido con pertinacia».
En el cristianismo, el judaísmo y el islam la herejía ha sido castigada a veces con censuras que van desde la excomunión hasta la pena de muerte.
La palabra pasó a designar una «secta religiosa» o una «disidencia» en el cristianismo primitivo,[7]particularmente en la obra de Ireneo Contra las herejías (Adversus haereses, Κατὰ αἱρέσεων), del siglo II.
La palabra herejía suele utilizarse en un contexto cristiano, judío o islámico, e implica significados ligeramente diferentes en cada uno de ellos.
La frase griega «persona divisiva» se convirtió en un término técnico en la Iglesia primitiva para un tipo de «hereje» que promovía la disensión.
[9] Por el contrario, la enseñanza correcta se llama 'sana' no sólo porque edifica la fe, sino porque la protege contra la influencia corruptora de los falsos maestros.
[cita requerida] Autores importantes en estudios medievales, tal como M. Chenu, dirían que "el acto del hereje se produce en el interior de su fe, y no mediante una eliminación de la fe, que le transformaría no ya en hereje sino en infiel, en “apóstata”.
Es decir que, hereje es quien separa, por su “elección”, tal o cual elemento de aquel contenido del misterio.
Herejía es, por consiguiente, verdad, aunque verdad parcial, que, como tal, se convierte en error, en tanto que se toma por una verdad tota Con el tiempo y a partir del Bajo Medioevo, la noción de herejía dentro del ámbito cristiano adquiere nuevos significados debido al número creciente de grupos y movimientos heterodoxos, no solo ni principalmente desde el punto de vista doctrinal, sino sobre todo disciplinar.
Sin embargo, no todas las tendencias minoritarias fueron asimiladas o rechazadas y pudieron definir su propia personalidad.
La palabra árabe más próxima a la noción de herejía es bidâa (o también ahli dalalah), que traduce «innovación».
[21] Quienes practican el ilḥād reciben el nombre de mulhid (que significa apóstata, hereje o ateo).
Orientaciones y grupos no relacionados con escuelas teológicas, como el sufismo (véase también derviches, bektashi), también han sido a menudo objeto de desconfianza.
[26] Los chiíes, en general, han sido considerados a menudo herejes por los musulmanes suníes, especialmente en Indonesia, Arabia Saudí y Turquía.
[30] La literatura talmúdica no dispone de nociones o términos similares para designar heterodoxias comparables a las herejías tal y como se han descrito en el mundo cristiano.
Sin embargo, tras la destrucción del Templo (70), el movimiento fariseo/tanaim se impuso progresivamente como exclusivo y mayoritario.
En opinión de Hubbard, para el budismo, la experiencia directa (pratyakșa) y la inferencia válida (anumāna) tienen prioridad como fuentes de conocimiento (pramana) sobre las escrituras, como ejemplifica el koan zen, atribuido a Linji, «Si, en el camino hacia el despertar, te encuentras con Buda, mata a Buda».